El ámbar es una sustancia dura, liviana y quebradiza. Se forma de una resina vegetal residual de algunos árboles que data de hace 25 a 40 millones de años y que con el tiempo sufrió un proceso de fosilización formando masas irregulares y extensas dentro de los estratos de arenisca y pizarras arcillosas de la edad terciaria.
Los árboles producían la resina como una protección contra enfermedades e infestaciones de insectos, cuando la corteza de un árbol era herida debido a rotura o a un ataque por escarabajos de madera u otros insectos o por otras razones. Después de exudar al exterior, la resina se endurecía en sedimentos húmedos tal como la arcilla y arena que se formaban al fondo de lagunas o deltas de río y se conservaba en la costra de la tierra por milenios.
El ámbar no es un mineral ya que su origen es orgánico y su estructura es amorfa. Su composición varía dependiendo del árbol del que proviene, aunque todos tienen terpenos o compuestos que son comunes en las resinas endurecidas.
En Europa, el ámbar se forma a partir de la resina del Pinus Succinifera, en tanto que en América proviene de la leguminosa Hymenaea Courbaril conocida en Chiapas (México) como Guapinol y en Nicaragua y República Dominicana como Algarrobo perteneciente del período geológico terciario.
Los colores del ámbar son ocho: amarillo (el más común), naranja (cognac), rojo (cherry), blanco, café (cajeta), verde azuloso y "negro" o musgo (tonos obscuros de otros colores) que son menos frecuentes que el amarillo. De estos colores se desprende una amplia gama de tonalidades.
El ámbar rojo de Chiapas es uno de los más hermosos.
El ámbar Azul de República Dominicana es el mas hermoso, valorado y apreciado existentes.
El primer lugar que se tiene registrado como fuente original del ámbar es la región del Mar Báltico. La pieza de ámbar más antigua trabajada por el hombre data de hace 30 mil años y se encontró en Hannover, Alemania.
En Europa se encuentra ámbar en España, Lituania, Polonia, Alemania, Letonia y Rusia y en América Latina se encuentra en México, República Dominicana, Nicaragua y Colombia.
En la Antigüedad se pensaba que el ámbar poseía propiedades místicas o mágicas, siendo utilizado por muchas culturas como un talismán o remedio medicinal. En Chiapas, México, el ámbar aún se usa para proteger a los niños contra el "mal de ojo". Los griegos se percataron de sus propiedades eléctricas producidas al rozar ámbar con otros objetos. De ahí la etimología de la palabra electricidad que viene del griego ἤλεκτρον (élektron) que quiere decir ámbar.
Dependiendo de su calidad, puede tener interés comercial como material para elaborar joyas, siendo éste su principal uso en la actualidad. Tipos específicos de ámbar incluyen gedanita, simetita y birmita.
La extracción del ámbar se realiza principalmente de dos formas: a cielo abierto y de manera subterránea. Las minas son túneles de tiro y están abiertas en escarpadas laderas, los hombres van excavando el cerro hasta encontrar la capa de carbón que contiene "el corazón del ámbar" para lo cual perforan hoyos por donde algunas veces entran arrastrándose El ámbar de la República Dominicana se originaba de Hymenea, una especie extincta de árboles tropicales de hojas anchas de la familia de las leguminosas, cuyo pariente más cercano todavía se encuentra en el este de Africa.
Sin embargo, en el Caribe y en Central y Sur América crece todavia otro pariente de esta especie antigua llamado "algarroba".
Aunque hay muchos lugares donde se ha encontrado el ámbar, cantidades mayores hay en solo veinte depósitos alrededor del mundo y principalmente en la Europa Oriental (Báltico), en México y en la República Dominicana.
El ámbar de la República Dominicana es renombrado por la diversidad de las inclusiones que contiene. Amantes ambarinos, científicos y colectores valoran igualmente el ámbar dominicano por los tres "tesoros" raros, que son los escorpiones, los lagartos y las ranas. Probablemente sólo 30 a 40 escorpiones, 10 a 20 lagartos y 8 ó 9 ranas se ha encontrado a nivel mundial. Una pieza de ámbar dominicano se descubrió en 1997 y se valoraba a más de 50,000 US$. ¿Por qué? Contenía una rana pequeña, preservada de manera magnífica. La ocurrencia de insectos en ámbar dominicano es 10 veces más alta que en ámbar báltico. El ámbar dominicano es también un 90 por ciento más transparente.
Otro hecho importante sobre el ámbar dominicano, que lo hace resaltar del ámbar encontrado en otras regiones: Se encuentra en varios colores, desde un amarillo claro a un color rojo profundo, y aún un azul una variedad muy extraña y un verde humeante extremadamente raro.
La belleza calurosa del ámbar causaba que ese por miles de años se consideraba una substancia preciosa, y por su origen misterioso era estimado como protección divina de daño para el portador de joyas ambarinas. Como tal, llegó también usarse como un ingrediente en las medicinas y para propositos religiosos.
Ya los fenicios trocaban el ámbar como una mercancía de primer importancia con los pueblos bálticos antiguos. Desde aproximadamente 3,000 B.C., el ámbar báltico era cambiado por las mercancías de Europa meridional y existían "carreteras" o rutas de comercio que cruzaban a Europa y terminaban en el lejano oriente. Alrededor de 58 A.D., el emperador romano Nerón enviaba un caballero romano en una búsqueda de este "oro del norte" y traía cienes de libras de ámbar a Roma.
En días posteriores, desde 1283 en adelante, los caballeros teutónicos, después de regresar de las cruzadas, se convertían en gobernadores absolutos de Prusia y de las fuentes bálticas de ámbar, así como de la manufactura de los objetos ambarinos, castigando transgresores con la muerte por ahorcadura. Para los próximos 500 años, el ámbar era usado de nuevo para principalmente un propósito religioso: sartas de cuentas de rosarios.
¿Y qué se sabe del ámbar dominicano? Colón se llevó una sorpresa cuando llegó en 1492 a la isla que los españoles llamaban "La Hispaniola" (hoy República Dominicana y Haití), y recibió de un joven príncipe taíno un par de zapatos decorados con ámbar caribe, a cambio de un collar de ámbar báltico que el había ofrecido.
Inclusiones
En muchas ocasiones la resina al escurrir sobre la corteza de troncos y ramas llegó a atrapar burbujas de aire, gotas de agua, partículas de polvo o pequeños seres vivos como plantas (orquídeas, hongos, musgos, líquenes, semillas y un sinfín de flores diminutas), insectos, gusanos y otro tipo de animales que van desde diminutas hormigas, arañas, mosquitos, abejas, termitas, mariposas y libélulas hasta lagartijas, ranas y escorpiones, quedando guardados y preservados como inclusiones fósiles deshidratadas pero sin el encogimiento que normalmente causan las deshidrataciones, conservándose de tal forma que su estuctura celular y hasta fragmentos de su ADN pueden encontrarse todavía hoy.
Estas inclusiones agregan no sólo belleza a una pieza de ámbar sino una gran cantidad de información de suma importancia para científicos pues de esta manera se tiene conocimiento de la vida de hace millones de años, disponiendo, incluso, de especies ya desaparecidas. Existen muestras de ámbar de gran valor desde el punto de vista paleoambiental, lo que permite que científicos reconstruyan un modelo de un ecosistema de milenios pasados desaparecido hace ya mucho tiempo.
El tamaño, el tipo de espécimen, su visibilidad, la cantidad y hasta la posición son factores importantes que intervienen en la valuación de una inclusión.
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