jueves, 15 de septiembre de 2011

MEXICO**Cristales gigantes de hasta un millón de años de antigüedad


Los gigantescos cristales de yeso que ocupan el interior de la cueva mexicana de Naica llevan creciendo hasta un millón de años, aunque solo recientemente hayan sido descubiertos. A pesar de que llegan a medir 11 metros de longitud y un metro de anchura, estas selenitas (su nombre científico) crecen a una velocidad increíblemente lenta, equivalente al grosor de un cabello cada 100 años y por tanto mucho más reducida que la de las estalactitas y estalagmitas, han concluido los científicos que los han estudiado. Liderados por el cristalógrafo Juan Manuel García Ruiz, del CSIC, un equipo hispano-japonés diseñó un microscopio de alta sensibilidad con el que estudió muestras de los cristales de la cueva, una de las varias que contienen estas formaciones en la mina de Naica. La investigación se publica en portada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU).
En la cueva de Naica
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Juan Manuel García Ruiz (izquierda), en la Cueva de los Cristales de Naica, junto a la científica Angels Canals y el ingeniero Roberto Villasuso (de Peñoles, la compañía propietaria de la mina).- J.M.G.R.
"El crecimiento de estas formaciones es tan lento que hasta ahora era casi imposible de medir. Lo hemos conseguido gracias a un microscopio especial que hemos diseñado en colaboración con un grupo de investigación de la Universidad de Sendai, de Japón. Este instrumento nos ha permitido estimar que algunos de los cristales de la cueva ha estado creciendo durante cerca de un millón de años", explica García Ruiz, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. Precisamente este científico español se encontraba en Sendai ultimando el trabajo cuando ocurrió el gran terremoto de este año y estos días está en México para continuarlo.
Los cristales constituyen un patrimonio geológico único que es preciso estudiar para su conservación, y el estudio ha demostrado que la humedad y la temperatura son las variables más importantes a controlar. Los investigadores analizaron la reactividad del yeso a distintas temperaturas a las aguas subterráneas de las minas de Naica, que inundaron la Cueva de los Cristales durante todo el proceso de crecimiento y permitieron la formación de enormes selenitas. Las pruebas hechas indicaron que los cristales empezaron a crecer cuando la temperatura bajó de 58 grados centígrados en un proceso muy lento próximo al equilibrio y dejaron de hacerlo a los 50 grados actuales. A 55 grados el microscopio reveló la velocidad mínima de crecimiento observada en cualquier cristal hasta ahora. "Las minas de Naica son ricas en plata, plomo y zinc, y en la actualidad se siguen explotando. Por eso ya no hay agua en la cueva y los cristales han parado de crecer, pero si algún día, cuando dejen de bombear el agua hacia el exterior, el agua vuelve a la sala, los cristales de selenita, que ya son los mayores del mundo, continuarán creciendo", añade el investigador.
En Pulpí y Sorbas, ambos en Almería, así como en la mina El Teniente, en Chile, es posible encontrar selenitas gigantes
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Estudian origen de cristales gigantes en México
Son unas columnas de hasta 11 metros de altura, que han abierto incógnitas a los geólogos desde que se descubrieron en el año 2000
Científicos españoles de la universidad de Barcelona presentaron recientemente en la revista Geology (de la Sociedad Geológica Americana), un modelo que explica cómo se formaron en la cueva de Naica en México, los cristales de yeso más espectaculares conocidos en el mundo. Son unas columnas gigantes de hasta 11 metros de altura, que han abierto incógnitas a los geólogos desde que se descubrieron en el año 2000.

De acuerdo a un comunicado de la universidad española, la cueva de los Cristales se encuentra en la mina de Naica, un yacimiento explotado por la empresa Peñoles, en medio del desierto mexicano de Chihuahua.
Es una cueva de 30 metros de longitud y 10 metros de ancho, descubierta por azar en el 2000 por unos mineros durante unos trabajos de exploración.
Las condiciones geológicas han propiciado la formación de cristales gigantes de selenita (sulfato de calcio dihidratado) de tamaños excepcionales.
La cueva llega a unas temperaturas de unos 50 grados centígrados y más del 90 % de humedad.
Unas bombas de extracción de la mina, que sacan 55 mil litros de agua por minuto del acuífero, evitan su inundación.
Paisaje selenita
Los científicos creen haber hallado la explicación sobre el origen de la formación de tan enigmáticos e impresionantes formaciones naturales. Según los autores de la investigación, los cristales crecieron en un rango muy estrecho de temperatura y composición química gracias a un mecanismo estable de autoalimentación por el cual, por un lado, se disolvía parte de la anhidrita (sulfato de calcio anhidro) que había en la mina, y por otro, se precipitaba el yeso.
Tal y como explica Ángels Canals, profesora del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Depósitos Minerales de la universidad de Barcelona, "los cristales gigantes se formaron en una cueva inundada de agua en unas condiciones de una ligera saturación de yeso y también subsaturación de anhidrita. En un punto próximo a los 58 °C, se llega a igualar la solubilidad de los dos minerales, a mayor temperatura la anhidrita se disuelve y precipita el yeso (selenita), y pueden originarse los macrocristales. Para que se iniciara este proceso era necesario salvar una barrera energética muy alta, y por eso hay pocos puntos de nucleación. Además, el sistema ha permanecido estable durante mucho tiempo, permitiendo así esta autoalimentación".
"Cualquier parámetro que estudiemos sobre los cristales encaja con el modelo propuesto. Todos los datos geológicos y mineralógicos que aporta la naturaleza confirman el modelo que proponemos en el artículo para la formación de los cristales gigantes de selenita", añade la profesora Canals en el comunicado online de la universidad. Preservación geológica
Una de las preguntas que se hacen los geólogos es si los cristales gigantes pueden crecer de forma ilimitada. Todo indica que es el propio sistema geológico el que delimita hasta dónde pueden crecer los cristales. "En teoría -comenta Ángels Canals- si se mantuvieran las condiciones y hubiera suficiente anhidrita para suministrar el calcio y el sulfato, el crecimiento seria ilimitado. La propia estabilidad de los materiales sería el factor que marcaría este límite".
Según los autores, las condiciones tan especiales de la cueva podrían también encontrarse en otros puntos del yacimiento de Naica. "Pero sólo en escenarios con unas condiciones geológicas similares -dice Canals- podrían descubrirse columnas de dimensiones tan excepcionales". El equipo de geólogos, que continúa el estudio de cristales de yeso de gran tamaño en otros puntos del mundo, recuerda en el artículo que la cueva de los Cristales es un lugar de interés geológico y científico excepcional que se debería preservar para futuras generaciones.
En opinión de los autores, se debería asegurar el mantenimiento de las condiciones de humedad, y si la explotación de la mina acaba el bombeo del agua, quizás también seria conveniente desarrollar un método que garantice la integridad de las columnas de selenita que se podrían colapsar debido a su tamaño.
Fuente: El Universal México. Aportado por Gustavo Courault

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